Una voz temblorosa le ruega al guionista, Joel Brandt, que atienda un mensaje de su contestador automático. Pensando que es una broma, Joel borra el mensaje. La persona que llama es encontrada muerta. Otra persona que llama le deja un mensaje a Joel; hay otro asesinato ... luego otro ... luego otro. El asesino tiene la atención de Joel y Joel tiene la atención de la policía. Ahora, el principal sospechoso de una serie de asesinatos, Joel descubre que este asesino psicótico lo ha atacado por una razón que se encuentra dentro de su cuerpo de trabajo. ¿Podrá Joel reescribir su final o se verá obligado a pagar el precio máximo?