1981: Marita Lorenz se registra en un hotel de La Habana y, en un flashback, recuerda 22 años antes. A los 19 años, de visita en Cuba desde Nueva York, llama la atención de Fidel Castro, el presidente rebelde del país. La invita a ser su secretaria y a formar parte de la creación de la nueva Cuba. Ella acepta, pero pronto descubre que ya tiene una secretaria capaz; Los deberes de Marita están en otra parte. Ella queda embarazada. También ha llamado la atención del FBI y la CIA, por lo que cuando se despierta en un hospital de EE. UU. Después de lo que pudo haber sido un aborto fallido en contra de su voluntad en Cuba, su gobierno la presiona para que sirva como asesina: su trabajo, para volver a Cuba y matar a su ex amante.