Mio, de 20 años, perdió a sus padres antes de tiempo y dirige una posada tradicional japonesa en Nagano con su abuela. Cuando su abuela se enferma y es hospitalizada, Mio se ve obligada a dejar la posada y de mala gana llega a Tokio para vivir con el viejo amigo de su padre, Kyosuke. Ayudándolo en la casa de baños que dirige, ella comienza a encontrar su camino en la vida cotidiana. Un día, sin embargo, se entera de que la casa de baños está a punto de ser demolida para la remodelación del distrito.