Los agentes de Dame Agatha Christie proponen que es hora de que publique el manuscrito que escribió treinta y cinco años antes, una novela en la que finalmente acaba con su creación más famosa. Y no es una ocasión del todo triste. "Ese hombrecito miserable", dice ella. "Siempre ha sido un problema. ¿Cómo es que la señorita Marple nunca me ha molestado en absoluto, nunca?" Esa noche, ¿quién debería aparecer en la puerta de su casa sino el mismo hombrecillo miserable, Hércules Poirot? El gran detective de ficción y su creador proceden a jugar un juego del gato y el ratón muy parecido al de Christie por el manuscrito y por sus propias vidas.