Erin (Annabel Hoffman) se encuentra en una situación cada vez más difícil cuando su zona de confort de soledad se ve amenazada por el modesto y guapo Mathew (Evan Dominguez). A medida que Erin se permite abrirse más y más, sus miedos al dolor inevitable comienzan a hacerse realidad, mientras su burbuja de paz se derrumba. La forma en que Erin lidia con su turbulencia interna es drástica e impulsiva, pero la estela de sus acciones le permite una claridad que no había poseído anteriormente.