Margaret Ryder siempre se ha ocupado de sus padres sordos, Janice y Abel. Durante mucho tiempo, el único contacto que sus padres han tenido con el mundo hablante, Margaret lucha por decidir si debe actuar por su cuenta o no. Cuando Margaret decide hacer un cambio y termina casándose, sus padres interpretan la mudanza como una traición, y Margaret se ve obligada a encontrar una manera de unir su antigua vida con la nueva.