Lizzie y Janie son mejores amigas, unidas como hermanas, que comparten muchas cosas en común: enamoramientos, chismes y gusto por el licor. Aunque logran escabullirse alcohol en casa y en botellas de agua en la escuela, nunca los atrapan. Una noche, mientras estaban en una fiesta previa a la graduación, Lizzie, Janie y su amiga Kate se emborrachan por completo, y Lizzie decide llevar a Janie a casa. Mientras toca la música en el auto, con la lluvia golpeando el parabrisas, Lizzie choca el auto. Ella escapa con una conmoción cerebral, pero Janie no tiene tanta suerte: muere en el metal retorcido. Lo que sucede es una descripción de las secuelas de la tragedia y el proceso de recuperación de un alcohólico. Horrible dramatización de un horrible accidente automovilístico y representación de un juicio por DUI.