Los socios comerciales Frank (Adam Trese) y Josh (Andrew McCarthy) se declaran en quiebra después de que se derrumba la puesta en marcha de su punto com antes de que se ponga en línea. Frank, un soltero y sin dinero, se muda de mala gana a casa para vivir con sus padres, mientras que Josh, un genio hippie de la informática que está casado y tiene un hijo, se ve obligado a considerar lo impensable: conseguir un trabajo de verdad.