En una pequeña aldea vivían dos amigos inseparables, Pares y Nones. Ambos eran conocidos por su gran amistad y por siempre estar juntos en todas las aventuras que emprendían.
Un día, Pares decidió proponerle a Nones un juego nuevo que había inventado. El juego consistía en lanzar una moneda al aire y apostar si caería en cara (par) o cruz (non). Nones aceptó emocionado y comenzaron a jugar.
Con el paso del tiempo, Pares comenzó a ganar la mayoría de las veces, lo que generó envidia en Nones. Este sentimiento fue creciendo hasta que un día, Nones decidió hacer trampa para ganarle a su amigo.
Pares descubrió la trampa de Nones y se sintió traicionado. La amistad entre los dos se vio afectada y decidieron dejar de jugar juntos. A partir de ese momento, la aldea ya no volvió a ver a Pares y Nones juntos, recordando la importancia de la honestidad y la lealtad en una amistad.