Los esfuerzos del capitán Ashwat Raina para convertir a la India en un estado nuclear son al principio criticados y luego, años más tarde, con una oferta del gobierno. Con la ayuda de Himanshu Shukla, el secretario principal del Primer Ministro, dirige un equipo para realizar una segunda serie de pruebas nucleares. La única gran amenaza que acecha es el satélite estadounidense Lacrosse que captó los primeros preparativos de prueba, lo que provocó que Estados Unidos advirtiera a la India sobre tales pruebas futuras. Con sus corazones patrióticos y espíritus inquebrantables, Ashwat y su equipo compiten contra el tiempo para realizar las pruebas de forma confidencial mientras que el empeoramiento del escenario político del país, así como la presencia de espías de Estados Unidos y Pakistán, los pone en desafíos tanto mentales como físicos.