En la película Perfect Body, una joven gimnasta llamada Andie Bradley se encuentra bajo una gran presión para tener el cuerpo perfecto y alcanzar el éxito en su deporte. A medida que se esfuerza por cumplir con las expectativas de su entrenadora y de su madre, Andie comienza a desarrollar un trastorno alimentario.
La obsesión de Andie por su peso y su apariencia física la lleva a adoptar hábitos poco saludables, como restringir su alimentación y hacer ejercicio en exceso. A medida que su condición empeora, Andie se ve obligada a enfrentar las consecuencias de su comportamiento y a buscar ayuda para recuperarse.
Perfect Body aborda de manera realista y conmovedora el tema de los trastornos alimentarios en el mundo de la gimnasia, destacando la importancia de la salud mental y el bienestar por encima de la apariencia física.