Philip Guston es un poderoso elemento básico del movimiento expresionista abstracto, aunque preferiría que se lo llamara la Escuela de Nueva York. Junto con compositores, coreógrafos y sus compañeros artistas visuales, Guston encontró su lugar en la vanguardia. A menudo, al encontrar el arte moderno casi demasiado accesible, Guston se esfuerza por crear piezas que alienten al público a participar, pero no sin una profunda consideración. Sus pinturas se basan en gran medida en el motivo y la repetición, enfatizando la importancia de sus temas a menudo políticos. Quizás su peor crítico, Guston tenía la costumbre de destruir el trabajo con el que no se encontraba conectado. Guston no tenía ningún interés en presentar simplemente una imagen en la que no estaba completamente absorto. Su pasión por su trabajo se manifiesta en pinceladas pesadas que giran y viajan expresivamente a través del lienzo. En referencia a su propio proceso y la diversidad dentro de su obra, Guston nos dice "Nada se resuelve nunca en la pintura. Es una cadena continua que a veces ...