Al no encontrar una ruta directa a Mossdeep y su próxima batalla en el gimnasio Pokémon, Ash y sus amigos se ven obligados a pasar por una isla más pequeña en la que descubren un instituto de entrenamiento para futuros jueces de batalla Pokémon. Ash forja una conexión amistosa con un joven estudiante que afirma haber ganado tres Pokémon bastante fuertes, un Wartortle, un Charmeleon y un Ivysaur, solo por suerte. Los intentos de este niño de juzgar también están plagados de errores, ya que continúa dudando de su capacidad. Sin embargo, si no descubre pronto algunas reservas de confianza infundadas, tendrá pocas posibilidades de detener al Team Rocket, que incluso ahora está planeando capturar a su Pokémon.