Se suponía que era una broma inofensiva: robar la antorcha olímpica de la celebridad deportiva local, Sue Sue Robinson, antes de que pueda hacer el relevo. Luego Eddie y Matt, a. k. a. Johnny Murder, puede pedir un rescate bajo la cobertura de los medios de comunicación del mundo entero. Un tiro seguro a la fama instantánea. Solo un problema: la Sra. Robinson no la dejará ir, y Eddie y Matt terminan con un rehén en una de las peores faltas cómicas de la historia.