En esta tercera entrega de la trilogía Pusher seguimos a Milo, el carismático (malo) cocinero serbio slash drogadicto de Copenhague preparando la comida para el cumpleaños de su hija, asistiendo a reuniones de rehabilitación de su adicción a las drogas y -conforme a la tradición de Pusher- involucrándose en un negocio de drogas que no funciona como estaba planeado ...