Una letra lenta, decisiva, que se vuelve rápida, furiosa, colérica; así - REBUS - recibe y ataca al espectador, lo acompaña en un mundo desconocido de imágenes y sonidos, jugado entre lo conocido y lo desconocido, casi para asombrar y asustar, para dividir al que sabe del que no sabe, al que quiere saber de quien quiere escapar. El elemento predecible es la imprevisibilidad y su jugarlo todo, o casi, por la autonomía de los significantes y por la defensa de su libre y potencial transformación en el fluir natural del tiempo. ¡Toda significación dada está destinada a perecer!