El periodista Célio Rocha vive desde hace años un grave problema en el seno de su familia: su padre gastó todos sus ahorros en comprarle un apartamento al padre de su amigo de la infancia Otávio Sabóia, efectivamente un constructor corrupto que nunca entregó el edificio a la propietarios. Cuando el padre de Otávio se suicida, Célio es asignado a una entrevista con Otávio, y Otávio lo invita a participar en un ardid en Islas Caimán, donde recibiría cinco millones de dólares. Sin embargo, Célio sufre una crisis nerviosa cuando muere su padre, y cree que Dios le asignó hacer que Otávio regalara todo el dinero que tiene a favor de los sin techo.