A mitad de su carrera, Meier guía al espectador en una retrospectiva de sus edificios blancos, desde casas privadas de la década de 1960 hasta los museos de Frankfurt y Atlanta de la década de 1980, todas variaciones de su característico tratamiento espacial y plano. Se muestran sus influencias de Corbusier, Wright, Mies y la Alemania barroca. Clientes y colegas ofrecen opiniones. Al final de la película, Richard Meier se encuentra en una colina vacía en Brentwood (L.A.) especulando sobre los problemas y controversias que enfrentará en el diseño y realización del Getty Center.