Mientras luchan contra el Sheriff de Nottingham, Robin Hood y su banda de hombres alegres son asesinados. Angustiados por este horrible giro de los acontecimientos, Marian y Little John intentan resucitar a Robin y sus camaradas. Al hacerlo, sin darse cuenta, convirtieron a los héroes de una vez en muertos vivientes y, lo que es peor, las reencarnaciones fantasmales ahora están en busca de sangre.