Ellen, una pistolera desconocida, se adentra en un pequeño, lúgubre y deprimente pueblo de la pradera con el secreto de la razón por la que apareció. Poco después de su llegada, un predicador local, Cort, es arrojado por las puertas del salón mientras la gente del pueblo se inscribe en una competencia de armas. El bote es una gran suma de dinero y la única regla: que sigas las reglas del hombre que organizó el concurso, Herodes. Herodes también es el dueño, líder y "gobernante" de la ciudad. Parece que ha organizado este pequeño alarde de armas para que el predicador (que solía ser un forajido y cabalgaba con Herodes) tenga que volver a pelear. Cort se niega a usar un arma para matar de nuevo y Herodes, reconociendo a Cort como uno de los mejores, está decidido a alterar esta línea de pensamiento ... incluso si hace que alguien mate ...