Canadá, 1972. Dominic, de 22 años, tiene un fetiche por sí mismo. Nada lo excita más que su reflejo, con gran parte de su tiempo dedicado a tomar selfies Polaroid. Cuando muere su amada abuela, descubre un profundo secreto familiar: su madre lesbiana no murió en el parto y tiene un hermano gemelo, Daniel, criado en un remoto monasterio por un sacerdote depravado, cautivo contra su voluntad. El poder del destino vuelve a unir a los dos hermosos e idénticos hermanos que, después de reunirse con su madre Beatrice, pronto se ven envueltos en una extraña red de sexo, venganza y redención.