Para el episodio número 100 del popular programa de televisión, "GhostTrackers", un equipo de expertos en lo paranormal investiga el famoso y embrujado Sanatorio Hillcrest, donde tuvo lugar una infame masacre sangrienta.
En Nochevieja de 1955, mientras el personal del sanatorio celebraba, Richard Howl, un paciente insano que moría de tuberculosis, salió silenciosamente de su habitación de hospital y se dirigió al ala de Niños cercana, donde brutalmente golpeó hasta la muerte a tres niños mientras dormían en sus camas.
Después de cometer estos brutales actos de asesinato, Richard Howl caminó tranquilamente a su propia habitación y se ahorcó con el cable eléctrico de una lámpara sobre él. Las horrorizadas enfermeras que lo encontraron descubrieron una nota escrita con sangre que decía: "Los niños se unirán a mí en el INFIERNO"...
En Nochevieja, 55 años después, Tyler y Samantha, los jóvenes esposos anfitriones de "GhostTrackers", lideran a su equipo de expertos en lo paranormal en las entrañas del hospital abandonado para investigar reclamos de voces desencarnadas, apariciones fantasmales e incidentes de niños de la zona desaparecidos que han hecho famoso a Hillcrest.
Este metraje de producción, descubierto por la policía en las cámaras en la escena del crimen, representa la única evidencia real de la extraña y sin explicación desaparición del equipo.