El oficial de la CBI, Reet Oberoi, pidió ayuda al profesor Aman Varma, preso de la cárcel, para traer a Lajja Shankar Pandey; un fanático religioso de la justicia. Pandey es responsable de secuestrar a los niños y sacrificarlos. Pero Aman no está dispuesta a cooperar con Reet y, en cambio, la molesta, lo que la lleva a serios problemas no solo por la policía, sino también por algunas personalidades públicas y los padres de los niños afectados por el comportamiento de Pandey.