Un día en una habitación de hospital, la niña de 10 años Tantri se da cuenta de que no le queda mucho tiempo con su hermano gemelo Tantra. El cerebro de Tantra se está debilitando y ha comenzado a perder sus sentidos uno por uno. Ahora pasa la mayor parte de su tiempo acostado en la cama, mientras Tantri tiene que aceptar la realidad de que pronto tendrá que enfrentar la vida sola.
Esta situación despierta algo en la mente de Tantri: ella sigue despertando en medio de la noche de un sueño y viendo a Tantra. La noche se convierte en su patio de recreo. Tantri experimenta un viaje mágico y una relación emocional a través de expresiones corporales, encontrándose entre la realidad y la imaginación, la pérdida y la esperanza.