Cansado y frustrado de ser constantemente despertado a medianoche por su ruidosa y joven vecina Mariana (Scanda), el viejo Don Andrés (Torre Laphame) se embarca en una cruzada en solitario contra su torturador. Cuando la fiesta de Mariana es atacada por una redada policial, ella planea su cruel venganza. Las cartas de amor anónimas que escribe para el anciano lo conducirán a los campos del amor no correspondido, donde don Andrés nunca ha estado en toda su vida.