Bárbara, de 35 años, quiere tener hijos, pero Guillermo quiere tomárselo con calma. Su amor apasionado el uno por el otro, sin embargo, parece ser inquebrantable, hasta que Guillermo un día cae de cabeza e incluso después de meses de rehabilitación con sus problemas motores y convulsiones infantiles ya no es el mismo que antes. Barbara no quiere dejar de amarlo. Pero era otro hombre con el que quería tener hijos. El reloj biológico avanza y Barbara tiene que tomar una decisión. Con sus instintos. O su mente.