¿Lord Chesterfield y la Reina Ana se comportaban así?
Es el clásico techo de un edificio de apartamentos: plano, con una pared baja alrededor, cables y tuberías por todas partes, y una puerta que da a una escalera. Al abrirse la puerta, la risa de un hombre y una mujer jugando acompaña la aparición de dos sillas animadas: él persiguiéndola. Se aparean, entusiastamente, en el techo, cambiando de posiciones, sus codos rozando contra el ladrillo y los bordes ásperos. Más tarde ese día, el dueño entra al apartamento y ve el relleno sobresaliendo de los desgarros en el tapizado de la silla "femenina". Alguien tendrá que pagar.