Dos concursantes (primero una mujer seguida de un hombre) tienen que elegir a una de cada cincuenta personas para una cita. Primero se sientan en una silla con un gran espejo detrás para no ver a las cincuenta personas y eligen de un gran tablero qué cualidades (es decir, ojos, cabello, altura, etc.) deben tener su cita. Luego, en la segunda ronda, el concursante pidió a la cantidad restante de personas (unas siete) de la primera ronda que hicieran algo que pudiera considerarse vergonzoso. En la ronda final, el resto de las cincuenta personas (tres esta vez) deben responder preguntas para dar un paso más hacia su fecha potencial.