Esperando a su primer hijo, los recién casados, Ryan y Claire, no pueden esperar a instalarse en su nuevo hogar, a pesar de que su descuidado y monosilábico nuevo casero, Gerald, es un recluso espeluznante que vive cerca.
Sin embargo, lo que la pareja desprevenida no se da cuenta, es que el vigilante taciturno ya ha equipado su nuevo nido con cámaras indetectables y un sistema de vigilancia de circuito cerrado para observar cada uno de sus movimientos.
Inevitablemente, mientras el repulsivo Gerald se mantiene pegado a sus monitores para ver su propio show privado de Gran Hermano, ningún secreto está a salvo, incluidos los de la pareja.
¿Hay alguna forma de exponer la obsesión del casero?