Los antropólogos en las profundidades del Amazonas descubren los restos de un hombre que llegaron a determinar que tenía aproximadamente 300 años cuando murió. Esto lleva a una segunda expedición para descubrir la razón detrás de su longevidad, pero hay un problema importante en la forma de una tribu amazónica que guarda la proverbial fuente de la juventud y la serpiente gigante de cinco cabezas que adoran.