Elizabeth Olsen protagoniza este drama de media hora como Leigh Shaw, una joven viuda que lucha por reconstruir su vida después de la inesperada muerte de su esposo. El espectáculo es a la vez devastador y edificante con personajes imperfectos que están desesperados por encontrar el humor en cualquier lugar que puedan. La serie se sumerge en el dolor como una parte inevitable, universal y transformadora de la vida. El viaje de Leigh muestra que el dolor no es algo que meramente soportar, curar con medicamentos o "atravesar", sino una parte esencial de la experiencia humana.