Stefanie era una niña muy especial. Siempre estaba pensando en los demás y en cómo hacerlos felices. Un día, decidió hacer un regalo muy especial a su abuelita por su cumpleaños.
Stefanie pasó semanas buscando el regalo perfecto. Finalmente, encontró una hermosa pulsera de plata con un dije en forma de corazón. Sabía que a su abuelita le encantaría.
El día del cumpleaños de su abuelita, Stefanie le entregó el regalo con una gran sonrisa en su rostro. La abuelita se emocionó al ver la pulsera y le dio un fuerte abrazo a su nieta.
Desde ese día, la pulsera se convirtió en el tesoro más preciado de la abuelita. Siempre la llevaba puesta y cada vez que la miraba, recordaba el amor y la generosidad de Stefanie.