Sansón es un joven taxista, de la nada se le acusa del secuestro de una niña, los policías que buscan al culpable lo tienen acusado de secuestro, sin pruebas contundentes, y tal vez de asesinato, porque aún no se ha encontrado el cuerpo de la víctima. Horrorizado, angustiado, es encarcelado. Defendido por un abogado incompetente, el pobre se arriesga a cadena perpetua por algo que nunca ha hecho.