El chef pastelero Ben van Bommel dirige una panadería hasta ahora exitosa, pero últimamente ha tenido problemas con el servicio de impuestos. Para salvar su negocio, sucumbe a la tentación criminal. Así que lo persuadieron de hornear un pastel con un valioso 'ingrediente de mierda': drogas de contrabando. Nadie podría haber previsto las amplias ramificaciones, como quién termina salvando el tocino de Ben.