En Puerto Rico, la camarera Madison Taylor está trabajando en el turno de noche cuando presencia el brutal asesinato de un detective de policía por dos hombres y recibe un disparo en el muslo.
Lt. Steve Wakes, quien era el compañero del detective asesinado, lleva a Madison a un hospital cercano en un intento por extraer la bala necesaria para identificar a los asesinos.
Sin embargo, Madison necesita pasar la noche en el hospital y es trasladada a un piso vacío bajo la protección de un guardia de seguridad.
Pero resulta que los dos asesinos son un par de policías corruptos y harán cualquier cosa para matar a Madison y recuperar la bala.