Deon Williams no está. Y no es el primero. Los compañeros de Deon tienen sus teorías sobre quién podría ser, siempre devolviéndolo a las figuras de autoridad que les dificultan la vida. Pero hay un sospechoso que se destaca más: el propietario turbio de la deteriorada tienda de chips en el borde de la finca con ceceo y una condición inusual de la piel. Algo no está bien en él. El hermano de Deon, Junior, decide entrar y descubrir la verdad.