Un "documental" bastante incoherente de Sex Pistols posterior a la ruptura, contado desde el punto de vista del gerente de los Pistols, Malcolm McLaren, cuya posición (discutible) es que los Sex Pistols en particular y el punk rock en general fueron una estafa elaborada perpetrada por él con el fin de para hacer "un millón de libras". Tonto y difícil de seguir a veces, pero vale la pena verlo por algunas excelentes imágenes de conciertos de los Pistols, algunas secuencias animadas tremendamente divertidas y la interpretación inquietantemente profética de Sid Vicious de "My Way".