Cuando Jim Ryan llega a la estación (rancho) de John Conroy, buscando trabajo como ayudante de estación, él y Kate (la hija de John Conroy) se enamoran a primera vista. Jim incurre en la ira de John Conroy, y cuando el potro del viejo 'Regret' salta la cerca y se une a los caballos salvajes, John Conroy piensa erróneamente que Jim es el culpable de lo sucedido y le ordena que abandone la propiedad. El potro vale mil libras y John Conroy ofrece una recompensa a cualquiera que pueda traer de nuevo el valioso potro a casa. Todos los jinetes de las estaciones cercanas y lejanas llegan a la granja para participar en la persecución, pero es Jim Ryan quien tiene éxito en traer los caballos salvajes de regreso a la propiedad. John Conroy está encantado de recuperar el potro de nuevo, y todas sus objeciones a Jim se hacen a un lado. Todo termina felizmente, con el valiente y legendario paseo de Jim Ryan celebrado con un concierto y baile, y con un soberbio concurso ecuestre.