The Runaway Bunny da vida a las ilustraciones de Clement Hurd y la poesía de Margaret Wise Brown por primera vez. Con un conejito inquieto que sueña con salir de casa, la película es una exploración del amor y la infancia. Entretejidas a lo largo de la historia hay canciones que acompañan al conejito en sus imaginarias y mágicas aventuras en el mundo y de regreso a casa para la comodidad del amor de su madre.