Li Tzu-Liang regresa a Hong Kong con las cenizas de su esposa. Ahora tiene que criar a sus dos hijos por su cuenta. Aunque es bastante acomodado, está plagado de deudas y cuando pierde una gran suma de dinero apostando a los caballos, tiene que recurrir a peligrosos usureros. Aquí comienza una espiral que lo mete a él y a sus dos hijos cada vez más en problemas.