Durante años Jorgelino trabajó como agente en el aparato represivo del gobierno militar. Jorgelino fue "el mocito", el que atendió a los cafecitos en medio de una sesión de tortura, el que empaquetó los cuerpos ya inertes y los metió en las arcas de los carros. Jorgelino fue acusado recientemente de la muerte de Víctor Díaz, secretario general del Partido Comunista en 1976. Este hecho le da a Jorgelino la oportunidad de reflexionar sobre su historia. El Mocito es el retrato psicológico de un hombre destrozado por su pasado. Un hombre que participó del horror y los crímenes de la dictadura militar y hoy, al tomar conciencia de todo esto, busca desesperadamente el perdón y la redención.