El físico Simon Weir inventa un portal que, en teoría, puede llevar a las personas a lugares inimaginablemente distantes a millones de años luz de distancia. Prueba el portal y nunca regresa. Todos creen que está muerto y el portal está olvidado. Sin embargo, su hijo Jac no lo cree. Cuando tiene 14 años, encuentra el portal de su padre y decide ir tras él. Emerge en un extraño planeta alienígena de gigantes, que siguen un código de honor similar a la caballería medieval de la Tierra. Jac conoce a algunos lugareños amistosos y descubre que su padre todavía está vivo, pero encarcelado. Los alienígenas no hacen distinción entre tecnología y magia, por lo que Jac planea usar esto para rescatar a su padre. De lo que no se da cuenta es de que hay mucho en juego.