En un futuro lejano. El año es 9177, siglo arriba, siglo abajo, y el mundo entero se ha reducido a un solo rascacielos en medio de un desierto en medio de la nada.
En este Edificio Representativo viven la élite de la sociedad y las fuerzas vivas de la misma, compuestas por el distraído rey, el alcalde, su jefe de personal y la bella Méndez, los dos guardias civiles restantes Don Antonio y Morris, los dos policías restantes, Arriondas y Pozueco, el único almirante restante Pacheco, los peluqueros Justo y Agustín, el camarero Pastrana, un viejo pastor, el sacerdote Padre Mirraño, el fraile Fray Vicente, la monja Sor Sacramento y el conserje Eufemiano.
En un denso bosque fuera del Edificio viven el resto del mundo en un campamento lleno de pobreza y vacío de recursos.
En este lugar deprimente vive José María, un hombre rudo que sueña con vender la sabrosa limonada que hace.
Pero cuando se muda al Edificio, es detenido por Eufemiano, quien se encuentra con el alcalde buscando advertirle sobre lo antinatural que es que un desempleado tenga trabajo.
En el Edificio las cosas se complican: Justo, cansado de no tener clientes en su peluquería debido a la fama de Agustín y sus poemas, mata a Agustín dominado por los celos, pero el rey absuelve a Justo del crimen y culpa a José María por simple capricho.
Negando la culpa, José María se niega a ser arrestado y regresa al Edificio para vender limonada, donde conoce a Méndez, quien examina los limones para probar la calidad.
Cuando el rey decreta que Méndez ha sido elegida para ser la madre de un futuro príncipe para continuar la dinastía, Méndez se une a José María y su mejor amigo Galbarriato, quien se enamora de ella, en una revuelta sobre los derechos de los desempleados en el campamento.
Mientras Justo es visitado por el fantasma de Agustín, Fray Vicente y Sor Sacramento se unen a la revolución y Don Antonio y Morris intentan equilibrar la situación en un intento de paz, José María, Galbarriato y Méndez inician la revolución del campamento contra el Edificio, pero el rey tiene una idea para sofocar la revuelta de la manera más inesperada.
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