El cliente más reciente del contable Jacob es la talentosa y extravagante actriz Anne. Se conocieron por primera vez en su casa flotante, la mañana después del estreno de la nueva obra teatral de Anne. Jacob pronto descubre que Anne ha hecho un lío con sus finanzas personales y que tiene varias deudas. Incluso puede que tenga que vender su casa flotante. Anne entra en un pánico ciego ya que definitivamente no tiene intención de vender el barco donde tiene tantos recuerdos. Jacob se fascina con el mundo de Anne y ya no se preocupa por su propia vida personal y su esposa. Anne está tratando de conseguir dinero y está convencida de que Jacob puede salvar su lío financiero. A pesar de los planes y esfuerzos de Anne, el barco debe venderse en subasta. Durante la noche de la subasta, Anne ha organizado una gran cena de despedida y ha invitado a todos sus compañeros y amigos al barco. Cuando Jacob está a punto de informar a Anne sobre cómo quiere salvar la casa flotante de Anne (se la ha comprado él mismo), a ella se le ocurre un plan totalmente diferente.