Michael, un niño de 13 años sensible y soñador, lleva el nombre de su tío que cayó en la guerra de Yom Kippur. En la mañana del Día de los Caídos, viaja con su padre y su hermano mayor a Jerusalén para participar en una ceremonia formal para su tío en el monte Herzl. En el camino, deben dejar a un perro callejero al que Michael se ha encariñado, en el refugio de animales. Hay complicaciones inesperadas en el viaje y Michael debe, como de costumbre, elegir entre ser fiel a sí mismo y ser un extraño en el mundo que lo rodea.