Yuusaku trae una caja bento extravagante para compartir con la clase, lo que hace que Ryuuji se sienta inferior acerca de sus propias habilidades para hacer bento. Desesperado por vencer a sus bentos, Ryuuji intenta obsesivamente competir contra ellos hasta el punto en que incluso trae una olla arrocera a la escuela. Después de que Taiga le trae un onigiri salado, Ryuuji se da cuenta de que el verdadero significado de los bentos no es el sabor, sino los sentimientos que se le ponen.