En una granja del sur de Italia muere una anciana. Su marido convoca a sus hijos: de Roma, Raffaele, un juez que enfrenta un caso político por el que corre el riesgo de ser asesinado; de Nápoles, el religioso e ideológico Rocco, consejero de un instituto correccional para chicos; de Turín, Nicola, trabajador de una fábrica involucrado en conflictos laborales. Una vez en casa, cada uno se encuentra con el pasado y se sumerge en ensoñaciones de lo que vendrá: Raffaele imagina su muerte, Rocco sueña con sacar a los jóvenes de Nápoles de la violencia, las drogas y la corrupción, Nicola se imagina abrazando a su ex esposa. Mientras tanto, el anciano y su pequeña nieta exploran los ritmos de la granja y lloran juntos.