A la sombra de las Torres Gemelas aún en llamas, una exhibición de fotografías se convierte en un refugio. Un lugar para reconciliar los miedos al destino incontrolable. Decenas de miles llegan a experimentar imágenes desgarradoras de la catástrofe del 11 de septiembre. Capturado por fotógrafos de clase mundial y el tomador de fotografías promedio. Es una muestra de arte para todos. La devoción motriz de creadores y participantes convence a uno de que todo es posible. Durante unos preciosos meses, la gente tuvo motivos para redescubrir su humanidad. Testificar es una revelación conmovedora.