El año 2034: Las consecuencias de la catástrofe climática son dramáticas. Las sequías y las inundaciones destruyen los medios de vida de millones de personas. Después de la tercera marea de tormenta consecutiva, la sede de la Corte Internacional de Justicia en La Haya fue evacuada. En un edificio provisional provisional en Berlín, la catástrofe climática se convierte en objeto de procedimientos legales. Dos abogados representan a 31 países del Sur global, que están condenados a la destrucción sin el apoyo de la comunidad internacional. Plantean la cuestión de la responsabilidad, exigen una indemnización y el derecho de la naturaleza a la integridad para garantizar su propia supervivencia. Se invita como testigos a representantes de alto rango de la política y la industria. El tribunal debe decidir si los responsables políticos alemanes deben rendir cuentas por su incapacidad para proteger el clima y así sentar un precedente para la justicia climática.