Wellman Santee (Dolph Lundgren) un ex piloto de carreras, cuyo sustento es transportar autos súper exóticos robados, está involucrado, con su socio Eddie, en un tiroteo, que resulta en la muerte de su amigo y un policía de la autopista.
Santee es incriminado por el asesinato del policía y encarcelado en una prisión de máxima seguridad. Unos meses después, Santee escapa después de escapar por poco de un intento de asesinato. Llega a un restaurante local donde roba un auto, secuestra a la dueña, Rita y huye, sin darse cuenta de que su rehén es una subsheriff.
Se desata una gran cacería humana, liderada por el teniente Severance, un policía duro y obsesivo. Santee lleva al detective y a sus hombres en una dramática persecución a alta velocidad, desde el desierto hasta las calles del centro de Los Ángeles.
Santee está decidido a limpiar su nombre y cuando se trata de vengarse, lleva la venganza al máximo...